En las calles de la ciudad de Concepción, una perrita destacó y se convirtió en un ícono para la comunidad penquista. La llamaban Perrita Oveja y su nombre hacía referencia a su aspecto físico, ya que poseía un pelaje voluminoso y tenía un gran tamaño, como una oveja. A lo largo de los años, ella no solo se convirtió en un rostro conocido para los habitantes, sino que también en una verdadera leyenda que marcó generaciones de estudiantes y residentes de la zona.
Perrita Oveja como la leyenda
Perrita Oveja fue una eminencia, ya que alrededor del año 2017, ganó popularidad. Desde entonces se fue transformando en un amuleto de la suerte para la comunidad estudiantil. Se comentó durante muchos años que aquellas personas que solían acariciarla o encontrársela por casualidad antes de realizar un certamen creían firmemente que ella traía suerte, ya que casi siempre, tras esos encuentros, los estudiantes lograban obtener resultados destacables o incluso inesperados.
Sin embargo, se observó que no solo era una leyenda para los alumnos de educación superior. Daniela San Martín, estudiante actualmente de psicología en la Universidad de Concepción, aseguró que cuando estudiaba en el colegio, ella y sus compañeros la buscaban constantemente antes de una evaluación. «Cuando estaba en el colegio, en esa etapa ella fue muy famosa. Incluso durante la época de la PAES, los alumnos la buscaban», mencionó San Martín.
No obstante, algunos creen que la leyenda no es real. Ignacio Palma, un joven que estudió derecho hace unos años, pero no continuó la carrera, sostuvo que un par de veces se la encontró y la acarició como todos acostumbraban a hacer. Sin embargo, los resultados no fueron para nada buenos. «Igual me parece muy divertido que exista esa leyenda», aseveró. «Es bueno que existan cosas así, que nos den un poco de magia y esperanza, aunque sea solo en la imaginación de la gente», finalizó.
Sus intentos de adopción
El abandono animal en la Región del Biobío ha sido un tema preocupante durante años, a causa de los diversos factores es que Oveja tardó mucho tiempo en encontrar un hogar permanente. Fue un proceso cíclico en el cual encontrarle hogar a Oveja terminaba nuevamente con su abandono en las calles. Sin embargo, en el 2021 fue adoptada por Isabel Zambrano, quien fue su cuidadora hasta su último día.
Tannia Sepúlveda, el rostro principal de la Fundación Perrita Oveja, fue quien se encargó de que aquello pasara. Esta organización se creó alrededor del 2020 con el fin de buscar hogar a los perros callejeros. Fue Oveja una de las que estuvo al cuidado de Tannia Sepúlveda y sus colaboradores durante muchos años. Por ende, Sepúlveda dijo: «La cuidamos, la alimentamos y le buscamos un hogar. Al tiempo fue abandonada nuevamente por una familia en la Universidad de Concepción y así fue varias veces».
El motivo principal por la cual la fundación tomó el nombre de Oveja, fue porque antiguamente, alrededor del 2017, unos estudiantes de la Universidad de Concepción crearon una cuenta con la única razón de compartir fotos de la también conocida como «Reina». Era la sensación de las redes sociales y sus fotos eran muy bien recibidas por los seguidores. La cuenta llegó a ser tan popular que ya para el 2020 contaba con más de 17 mil seguidores. Por lo mismo, Daniela, al hablar de Perrita Oveja, hizo enseguida el vínculo con la fundación. «De hecho, hay una fundación que se llama como la leyenda», agregó San Martín.
Posterior a eso, según contó Sepúlveda, aquellos estudiantes se titularon y regalaron la cuenta para que ella pudiera continuar con su buena labor en la comunidad penquista. Lo que, por cierto, fue muy útil para el crecimiento de la fundación, ya que Oveja no solo era una perrita muy querida y una leyenda, sino un ícono que llamaba a la ciudadanía a cuidar a los animales y a la tenencia responsable.
Su adopción definitiva y la última etapa
Anteriormente, se mencionó a Isabel Zambrano. Ella fue su cuidadora durante tres años, siendo una de las personas que vivió por más tiempo junto a Reina. «Llegó porque mi hija conversaba con Tannia y en ese momento Perrita Oveja estaba enferma por todo lo que le daban en la calle», sostuvo su cuidadora. Asimismo, aludió a la primera vez que fue adoptada de forma definitiva. «Entonces, mi hijo dijo que buscaban un hogar temporal para ella y yo la recibí». Fue así como el can comenzó una nueva etapa de su vida luego de haber vivido tantos años en la calle y ahí permaneció por siempre.
Zambrano relató que una de las cualidades que más la distinguió fue su carácter. «Era de carácter fuerte. De hecho, cuando algo le molestaba, no se dejaba pasar a llevar y reaccionaba inmediatamente», mencionó. Sin embargo, también la recordó muy alegre y cariñosa. «Era una perrita dulce cuando se trataba de recibir amor, además de ser obediente y muy educada. Tenía buenos modales además».
A la vez, Oveja fue una perrita conocida por su carisma, debido a eso es que destacó tanto en la comunidad. «Su presencia se notaba y mucho», recordó Isabel. «La gente la quería mucho. De hecho, fue un par de veces a la Plaza Perú, la reconocían y se acercaban a ella en grandes grupos para acariciarla». No solo eso, sino también parecía ser graciosa. «Hachiko, mi otro perro, se ponía celoso y comenzaba a ladrar. Ella, para sacarle más pica, comenzaba a frotar su colita en modo de burla».
Pese a que ella se veía feliz junto a Isabel, Zambrano relató que, por alguna razón que desconoce, todas las tardes Perrita Oveja comenzaba a ladrar mirando al cielo, «nunca supimos por qué ni a qué», aseveró. Pues se mantuvo con la duda y nunca supo realmente si era una cuestión de costumbre o era por otro motivo.
Un mural en su honor
La popularidad de Oveja llegó a tal punto que Joel Bustos, también conocido como «Ren», pintó un mural en homenaje a ella. Esta intervención artística está ubicada exactamente en Paicaví, a unos metros de la Plaza Perú. Según Sabes.cl, esta pintura fue un pedido por parte del Bar La Cocina, principalmente para concientizar la higiene durante la pandemia.
Pues, escogieron ese lugar, ya que ella solía transitar frecuentemente por ahí, muchas veces para que la alimentaran o simplemente reposaba en la zona. Aunque también concurría en lugares como la Plaza Perú y en la Universidad de Concepción, principalmente en los conocidos «pastos» de la institución.

El fallecimiento y el legado de Perrita Oveja
Fue el 21 de mayo del año 2023 que el Gran Concepción se vistió de luto, pues aquel día se confirmó la partida de Perrita Oveja y aquello generó gran conmoción en los ciudadanos de la comuna. Luego de trece años y una larga trayectoria, ella dejó el mundo. Esto se debió a su avanzada edad, pero también se debió a que llevaba algunas semanas con complicaciones de salud. Asimismo, Daniela mencionó que su relevancia llegó a un nivel tan alto que cuando enfermó se realizaron múltiples campañas ciudadanas para recaudar el dinero necesario para los tratamientos médicos. «Podría decirse que eran colectas masivas», agregó San Martín.
De hecho, el mural antes mencionado, fue ornamentado con flores y mensajes de cariño hacia Oveja desde aquel día. «Su muerte fue muy triste para la comunidad», sostuvo Zambrano. Del mismo modo, Isabel expresó el vacío que le dejó su ausencia: «Te dejan un vacío enorme cuando se van».
Asimismo, Tannia Sepúlveda enfatizó que la historia de Perrita Oveja dejó un legado importante en la comunidad. Los animales callejeros requieren más que alimento, también necesitan respeto, empatía y un compromiso social real. Dio a conocer cómo la unión de una comunidad puede marcar una diferencia significativa en la vida de los animales.