Durante el año 2023 hubo un total de 2.382 denuncias y órdenes de investigación por maltrato o abandono animal. Según datos de la Brigada Investigadora de Delitos Contra la Salud Pública y el Medioambiente (Bridesma) de la PDI. Estas cifras son alarmantes y van en aumento con el paso de los meses.
A lo largo de todo el país el abandono de animales ha sido una problemática. La Ley de Tenencia responsable es un paso que se dio para controlar estos sucesos. Sin embargo, siguen existiendo personas que no tienen la capacidad, o incluso los recursos necesarios para darle una buena vida a sus mascotas, teniendo así que darlos en adopción o, en los peores casos, abandonarlos.
La cultura de abandono en la región del Biobío es grave, tanto así que hay lugares donde las personas van y abandonan a sus mascotas sin importar el impacto que puedan sufrir los animales. Es importante señalar que no siempre las personas que abandonan a sus mascotas lo hacen con una mala intención. Algunas lo hacen por falta de educación en el tema de la tenencia responsable. En otros casos, la falta de recursos obliga a las familias a tomar esta decisión tan triste, ya que el costo de mantener una mascota es alto y se necesita una gran responsabilidad. Esto demuestra que la problemática del abandono animal se relaciona también con las dificultades sociales y económicas que enfrentan las personas.
A pesar de esto, en la región también hay quienes se preocupan por mejorar las condiciones de vida de los animales callejeros. Rescatistas y organizaciones independientes trabajan sin descanso para cuidarlos. Dar es adopción, o incluso ayudar con darles una vida más digna, eso es a lo que se dedican sin buscar nada a cambio. Un ejemplo de este esfuerzo es Kristen Lorenz, rescatista independiente, quien nos explica que: “Me dedico a educar a la comunidad sobre varios aspectos, como conocer el impacto que tiene el abandono tanto en la comunidad como en la flora y fauna nativa”. Kristen también organiza jornadas de vacunación y esterilización en conjunto con veterinarios locales para controlar la población de animales abandonados.
Gracias a personas como Kristen y a grupos de voluntarios, se está creando conciencia en la comunidad. Estos rescatistas no solo cuidan a los animales, también se dedican a educar a las personas sobre la importancia de la tenencia responsable y el impacto positivo que tiene en la sociedad cuidar de los animales callejeros.
Javier Sepúlveda, seremi de Economía, Fomento y Turismo de la Región del Biobío, ha destacado la importancia de una comunidad preocupada por el bienestar animal. Según él, “cuando los animales están más cuidados, están menos estresados, menos propensos a los ataques y, por lo tanto, hay más seguridad”. Además, señala que “cuando hay una preocupación de la comunidad por el entorno, que incluya a los animales en la calle, eso le cambia la imagen al entorno”. Esto refleja la importancia de abordar el problema del abandono desde una visión social y en pos de la comunidad.
El abandono animal en la región necesita de una ayuda fundamental por parte del gobierno, con apoyo también de las fundaciones u organizaciones dedicadas al cuidado animal que trabajan en la región. Las autoridades tienen la intención de reforzar la implementación de la Ley de Tenencia Responsable queriendo controlar el abandono. Además, es necesario que las campañas de educación lleguen a las escuelas y comunidades. Los niños desde, pequeños, tienen que aprender a valorar y respetar a los animales como seres que dependen de nosotros.
Las agrupaciones son quienes están dedicadas a querer mejorar la vida de los animales abandonados y a ayudarlos a tener un futuro más llevadero. Gracias a los rescatistas, muchos de ellos logran tener una segunda oportunidad para ser felices. Demostrando así que es posible cambiar la realidad de quienes necesitan cariño y no pueden valerse por sí mismos.
La lucha contra el abandono animal en la Región del Biobío es un desafío complejo que necesita la colaboración y compromiso de todos nosotros. Solo con esfuerzo en conjunto se puede comenzar a revertir esta triste realidad y garantizar un mejor futuro para los animales.